En el ámbito de la psicología el término terapia afirmativa es cada vez más frecuente. Sin embargo, en ocasiones, desconocemos exactamente a qué nos referimos. Como su nombre indica, la terapia afirmativa LGBTIQA+ es la que se centra en población LGBTIQA+ desde una perspectiva de aceptación de la diversidad, pero ¿sabemos diferenciarla de una terapia individual convencional?
Es primordial no confundir la terapia afirmativa LGBTIQA+ con la terapia de reconversión. El segundo tipo de terapia no es un tratamiento por sí mismo, si no una práctica ilegal en España y en numerosos países, ya que niega los derechos de la población LGBTIQA+. Trata a las personas del colectivo desde una óptica patologizadora que requieren de un tratamiento para «sanar», (como si fuera posible y necesario, de por sí, ese cambio). Por lo tanto, no podemos confundir la terapia centrada en las necesidades de la población del colectivo con terapias ilegales y que atentan contra los derechos básicos de las personas.
En estrecha relación con la violencia y la discriminación por motivos de orientación e identidad de género – cuestiones que la Organización de Naciones Unidas ha ido abordando para su erradicación de una manera comprometida desde 2011, abogando por un mundo libre de la criminalización de la orientación sexual y la identidad de género-, este organismo mundial lucha específicamente por eliminar las denominadas terapias de conversión, que fueron objeto de un informe en 2020. En síntesis, y según los expertos independientes que trabajan para la ONU, estas mal llamadas terapias causan profundos traumas físicos y psicológicos a las personas que lo sufren, lo que supone un motivo de torturas y de tratos crueles, inhumanos y degradantes.
¿EN QUÉ CONSISTE LA TERAPIA AFIRMATIVA?
La terapia afirmativa LGBTIQA+ aborda la problemática concreta de las personas de este colectivo. En este tipo de intervención se busca una comprensión más profunda de la influencia social en el malestar de las personas LGBTIQA+. Concretamente, se estudia el impacto homofobia a nivel cultural, social y estructural en las personas LGBTIQA+ y se interviene en las dificultades asociadas a dichas problemáticas. El fin último de este tipo de terapia es maximizar el acompañamiento a las personas LGBTIQA+, identificando todas y cada una de las dificultades que pueden sufrir y, ante todo, potenciando en la mayor medida posible su bienestar.
Por último, pero no menos importante, la terapia afirmativa LGBTIQA+ está avalada por la Asociación de Psicología Americana (APA), que es la institución de referencia a nivel internacional en el campo de la psicología. Desde esta asociación se ofrecen pautas de intervención que ayuden a los profesionales de la psicología a maximizar la efectividad de los servicios de atención y acompañamientos de las personas LGBTIQA+.
LA NECESIDAD DE UNA TERAPIA ESPECÍFICA
Por esta serie de factores podríamos preguntarnos: ¿es realmente necesaria una terapia centrada en el colectivo LGBTIQA+? La respuesta es sí.
Desgraciadamente, las personas del colectivo LGBTIQA+ siguen siendo discriminadas en distintos ámbitos de su vida. Existe una discriminación manifiesta como bullying en el ámbito educativo, rechazo en el ámbito familiar o social y menores oportunidades o acoso en el ámbito laboral. Además, existe una discriminación sutil, como rechazo más indirecto y una diferenciación hacia las personas del colectivo. Detrás de esta discriminación sutil aparecen frases como “yo lo acepto, pero preferiría que fuera hetero” o “salimos a donde quieras, pero no a los bares de ambiente”, entre otras.
Este rechazo constante por parte de la sociedad, de manera más manifiesta o sutil, conlleva en las personas LGBTIQA+ numerosas dificultades como: sintomatología depresiva, sintomatología ansiosa, estrés, soledad, menor autoestima, LGBTfobia interiorizada e incluso en los casos más graves el suicidio.
Por lo tanto, es de vital importancia tener un enfoque social en este tipo de población. Conocer que no es un malestar o sintomatología concreta, si no que ésta radica en una falta de aceptación de las personas LGBTIQA+ por parte de la sociedad.
Por último, si sigues pensando que la terapia afirmativa LGBTIQA+ no es necesaria desde el ámbito de la psicología, te recomiendo que hagas el siguiente ejercicio:
Imagina lo siguiente: eres rubio, y vives en un mundo en el que algunos aceptan a los rubios y otros no. Cuando te aceptan te desenvuelves bien, sin tapujos, siendo lo que eres, rubio, en tu totalidad y sin esconderte. Sin embargo, en otros contextos te miran mal, te señalan e incluso te insultan. En consecuencia, en esos contextos acabas por esconderlo, te colocas una gorra, te sientes mal… Llega un momento en el que esos mensajes hacen mella en ti acabas creyéndotelos, los interiorizas, te apetece menos salir a la calle y estas triste, ansioso… No te quieres como antes porque has empezado a pensar que lo que eres está mal.
¿Sigues creyendo después de este ejercicio que no es necesaria la terapia afirmativa LGBTIQA+? Sentirse discriminado por parte de la sociedad es algo doloroso y complejo y por ello debe abordarse en terapia de manera adecuada.
LA TERAPIA AFIRMATIVA EN ADOLESCENTES
La terapia afirmativa LGBTIQA+ es cada vez más necesaria, especialmente en adolescentes. Se ha observado un aumento de las personas no heterosexuales en los últimos años. Concretamente, la generación Z es la menos heterosexual de la historia, considerándose heterosexual únicamente el 54% de la población. Por tanto, un enfoque centrado en las situaciones vitales y posibles problemáticas que sufre la población LGBTIQA+ no es una cuestión de minorías y es primordial en adolescentes.
Si nos referimos a las situaciones vitales propias de adolescentes del colectivo, un acompañamiento adecuado conllevará una reducción del malestar. Es decir, el acompañamiento psicológico con perspectiva LGBTIQA+ durante situaciones vitales como exploración de su identidad de género, expresión de género, orientación sexual, aceptación de su identidad, salida del armario en sus distintos círculos sociales y desarrollo del autoconcepto, conllevará un mayor bienestar durante la adolescencia y un desarrollo adulto óptimo.
Si nos centramos en las problemáticas que sufren los adolescentes LGBTIQA+, teniendo en cuenta la entrada de blog “Salud mental en adolescentes”, podemos observar que este tipo de población se ven sometidos, en ocasiones, a varios factores de riesgo predisponentes para disminución de la salud mental, como exclusión social, estigmatización e intimidación. Todos estos factores de riesgo precipitan la presencia de un problema de salud mental en adolescentes.
NUESTRO ENFOQUE
Por ello, desde el Centro de Psicología y Sexología Caridad Ruiz se plantea un enfoque centrado en las necesidades de la población LGBTQIA+ a partir de la terapia afirmativa LGBTQIA+. En todo momento nos centramos en las problemáticas de esta población, abordando principalmente:
- Las dificultades relacionadas con la vivencia, expresión y aceptación de la orientación sexual.
- El proceso de autoaceptación de la propia sexualidad
- Superación de la LGBTQIA+ fobia interiorizada
- Intervención en Bullying LGBTQIA+ fóbico
- Orientación y apoyo psicológico a personas con identidad de género no normativas
- Dificultades en la vinculación afectiva con personas con diversidad sexual
- Acompañamiento psicológico a la diversidad de género en infancia, adolescencia y etapa adulta
- Acompañamiento e intervención psicológica a familias con dificultades de aceptación de la diversidad sexual hacia sus hijes
- Asesoramiento e intervención en personas trans
- Dinámicas y dificultades específicas de parejas del mismo género
El principal objetivo de la terapia es la aceptación de la orientación y género no normativo, el acompañamiento adoptado al paciente y dotarle de las herramientas necesarias para afrontar situaciones incómodas y violentas. En palabras del premio nobel André Gide: Es mejor ser odiado por lo que eres que amado por lo que no eres.
Lucía Baena, psicóloga sanitaria y sexóloga.
Caridad Ruiz, psicóloga sanitaria y sexóloga.